jueves, 30 de mayo de 2013

Y así...

A veces no es que no quiera hablarte
Más bien mi voz me resulta molesta
Y solo quiero vivir esa rutina del ego
Mirando mis manos después de no hacer nada
Sintiendo la culpa de cómo pasa el tiempo
Y así, otro día sin saber de ti
Se hace todo cotidiano como un dolor de espalda
De forma testaruda te busco en mis paredes
Pero la lógica me dice que no estas
Nunca he sido hombre de ciencia y lo sabes
Solo me dedico a evaporar insultos
Y así, aun me queda otro día por despertar
Tomando agua para el hambre
Sentado en la puerta del baño
En el absurdo de que me encuentres.




miércoles, 22 de mayo de 2013

Un día X

Sudor frio
Mal aliento
Y uñas sacada de una pesadilla
Descripción de una tarde perdido en suelo
Cuando la botella sigue su reinado invicto en las casualidades
Y me sigo vistiendo de cenizas
No es una tragedia
Mucho menos un orgullo
Realidad
Maldita realidad
En un día olvidado
Una semana cualquiera
Una vida sin nada en especial





Nacer es una mentira


Yo nunca nací
Solo caí en el mundo
Pero eso de nacer es una mentira
Solo me soltaron y dando botes me fui acercando a la muerte

No quiero hablar aun de nacimiento
Es mucho compromiso con la vida
No puedo tomar en serio tan corto periodo de tiempo
Se hace muy poco para dar un buen discurso y que valga la pena

No se trata de nacer o morir
Ni de sobrevivir sentado en la sombra
Se trata de ver como desaparece gente que amas
Con el mismo miedo a la muerte que ellos.


jueves, 9 de mayo de 2013

Manual práctico para ser un hombre de bien


Si quiere ser un hombre de bien
Pues tome asiento y anote…

El hombre de bien es quien hace lo que otros esperan del
Formar una familia y mantener un hogar
Levantarse temprano en señal de sacrificio por la prosperidad
Contraer deudas y poder cancelarlas a tiempo
Multiplicar la especie con hijos
Y declarar que la familia es lo más importante
“Soy un hombre de casa”
Repita esto por lo menos mil veces

Trate en lo posible no llamar la atención
Circule por su derecha siempre con pasos que no demuestren paranoia
Ponga cara de nada en el transporte público
Ponga cara de nada en su puesto laboral
Ponga cara de nada al ver televisión
Ponga cara de nada leyendo titulares
Solo pierda la paciencia con el futbol
Los otros aceptan esos pequeños exabruptos

La opinión del hombre de bien puede importar pero no influir
Por lo cual se le puede permitir decir que todo político es corrupto
Pero por ningún motivo cambiar las cosas
Por lo cual está permitido desahogarse con el control remoto en mano
Solo cambie el canal y todo estará en orden
De todas maneras si tiene un cuestionamiento
Solo repita otras mil veces
“Soy un hombre de casa”
Y vera que todo está bien

Si aún quiere seguir siendo un hombre de bien
Es importante sentir miedo pero no demostrarlo
Si la televisión le dice que usted puede ser una víctima de la delincuencia
No escatime esfuerzos por poner rejas en sus ventanas
También ponga rejas a su calle si puede
Sienta desconfianza de quien no sea como usted
Pero no mire con miedo
Por ningún motivo debe olvidar poner siempre cara de nada
Y tenga en claro que no basta con un dios que lo vigila ni una patria que lo cuida

El hombre de bien obedece lo que la televisión le dice
Quienes son sus enemigos
Como debe vestir
Que moda seguir
Y como ser feliz
Tenga en cuenta que la tecnología reemplaza perfectamente al bienestar
Haga caso y vera como hasta su familia le agradece

Si tiene placeres o pensamientos oscuros
Fingir es el método para no salir de la regla
Tenga fantasías con modelos de comercial poniendo cara de nada
Tenga deseos  del escote que ve en la calle poniendo cada de nada
Sienta envidia de quienes tienen más que usted  poniendo cara de nada
Odie profundamente a quienes no son como usted poniendo cara de nada
Reprímase lo que más pueda poniendo cara de nada
Y en el caso de que llegara a caer en tentación
Solo ponga cara de arrepentido al ser sorprendido
Si tiene la suerte de ser cristiano
Un par de padres nuestros quitan toda la culpa

Nunca pierda las esperanzas por ningún motivo de tener una vida llena de lujos
Otros hombres de bien han corrido con esa suerte
Puede que le toque a usted mañana o la próxima semana
Puede que este año sea el suyo
Decir con orgullo que usted es el elegido
Nunca pierda el anhelo de un pasar mejor
Solo tenga en cuenta de poner cara de nada mientras espera
Y si siente que esperar es agotador
Reconfórtese repitiendo hasta el infinito
“Soy un hombre de casa”

En resumidas cuentas
Usted que quiere ser todo un hombre de bien
Siga los siguientes consejos:
Viva de día y no de noche
El mejor panorama es ver televisión en familia
Que el pasto de su casa sea más verde que el  del vecino
Espere su turno en la fila
Use ropa deportiva los domingos
Haga regalos en navidad
Haga regalos en el día de la madre
Haga regalos en todas las fechas que le recomiendan la publicidad
Apague velas en su cumpleaños
Salga en las fotos sonriendo o con cara de tonto
Eche la culpa a otros y nunca a usted
Tenga borracheras pero como accidente y no costumbre
Vea las posesiones materiales como estatus
Cuestione el precio de las cosas y no el mundo

Con todo eso le aseguro a usted
Que en su funeral los otros dirán que fue un hombre de bien
Ahora ponga cara de nada y repita
“Soy un hombre de casa”.












miércoles, 8 de mayo de 2013

En terminar


Están difícil todo
Para terminar quejándonos de nada

Explicar algo mil veces
Para terminar olvidando el primer argumento

Siempre estarán quienes nos odian
Para terminar pasando desapercibidos

Nunca fuimos delincuentes
Para terminar detestando la puta yuta.


Reflexión basura


Si me tratas como basura poco importa
Soy de esa basura en medio de la calle
De esa basura buscando libertad
Basura intentando volar y amiga del pavimento

Aunque producto de la inconciencia humano como todos
Me molesta ser tirado dentro del papelero
Quiero ser colilla de cigarro bajo los zapatos
Quiero ser botella estrellada en el suelo
No me mires con cara de reciclaje
Mejor préndeme fuego y atórate con humo
Con mi humo buscando el cielo

No soy una hoja de otoño está claro
De ser orgánico seria plasta de perro
Pero prefiero ser de plástico
Agonizante eterno en el cemento

Si me tratas como basura
Dame la libertad que merezco
Nada de tarros o bolsas
Que mi destino sean las veredas del centro.






martes, 7 de mayo de 2013

La junta

ADVERTENCIA: El siguiente cuento es ficción, cualquier parecido a hechos o personas. Son solo casualidades de mis alucinaciones.

Ella estaba feliz, sin mentirles ni nada por el estilo, ella estaba realmente en catarsis por presentarme a sus amigos. Yo por mi parte sentía esa desmotivación y predisposición al fracaso, no sé si por mi pesimismo o porque escuchar historias de cuando “eso fue antes de conocerte” me resultara agradable. Ya saben a lo que me refiero, historias de ex novios, el tipo que conoció en una noche de disco, en fin historias que resultan incomodo en un principio de la relación. Yo no puedo ser tan hipócrita y hacer como si no tuviese pasado. Pero siempre he pensado que esos temas se van dando solos, mientras la relación se va solidificando al igual que la confianza.

Pero ella estaba entusiasmada, tanto que transmitía con total seguridad que todos la pasaríamos de maravillas, lo simpático y agradables que son sus amigos, que todos me van caer bien y me sentiría parte del grupo. Yo no quería ser parte de ningún grupo y no por ser una persona antipática o sociópata. Yo no quería sentirme obligado pertenecer a un grupo para estar con una mujer. Pero verla tan contenta me despertaba una ternura, mucho más que el rechazo por la junta con sus amigos. De mala gana aceptaba verme en medio de gente extraña, pero mis ganas de estar con ella y hacerla feliz, me veía obligado a comer mi pesimismo.

Llego el día de la junta y me preparaba psicológicamente para asentir y sonreír de forma amable. Hacia el ejercicio mental de intentar restringir mis groserías por frases, evitar la política como tema, evitar una discusión por futbol o por lo que fuera. Intentaba poder llevarle el juego a ella de sentirme y caer bien en su grupo. No tomar más de la cuenta, dar las gracias, no tratar a nadie de tarado, no mostrar mi maldita costumbre de relucir mis odios e intentar ser amigable como un dibujo infantil. Para ustedes pensaran que era tarea fácil, puede que sí, pero mi naturaleza resentida es algo que me ha llevado trabajo controlar. Aun en el ámbito laboral me lleva dolores  de cabeza por el mismo tema.

Me apure bastante en vano en ser puntal para no comenzar mal la velada. Pues ella llego con un retraso al lugar de encuentro no tan elegante y más bien algo grosero. Hago punto en esto porque contribuía a mi mala predisposición, no es agradable esperar cuando no tienes ninguna gana de ir a la junta. Pero asumo que verla llegar tan arreglada y hermosa, me hiso sentir empatía con su esfuerzo de verse digna para la ocasión que ella consideraba importante. Por otro lado me sentía bastante orgulloso de ser el acompañante de tan deseable mujer. Pero aun así no ayudaba a mi mala gana de ir a la reunión, mas prefería llevarla a mi habitación y desnudarla para hacer el amor con ella a solas, cómplices ambos entre las cuatro paredes de mi cuarto. Ella me saludo llena de amor y su boca tibia reafirmaba mis intenciones de soledad con ella. Tome su mano y con la suerte tirada,  comenzamos el viaje con el destino de la no tan agradable junta para mí. Esperaba de corazón que ella se diera cuenta que lo hacía porque de verdad estaba enamorado.

El lugar de estas reuniones fue la típica casa clase media, casa pareada dentro de un pasaje enrejado. Costumbre de la pequeña burguesía para hacer la diferencia con los guetos, en tener que demostrar que “nosotros tenemos cosas valiosas que proteger” y toda esa mierda. La casa era bastante simple de dos pisos, pero no era por lujo, más bien es el ingenio de la arquitectura criolla por intentar ahorrar espacio. Estos hogares son todos iguales y predecibles. Unos adornos por aquí de algunas vacaciones, unas fotos por allá de algún momento importante, la televisión en el living y la sensación de orden y pulcritud entrando hasta por la nariz. Ella entro con toda la naturalidad y saludo al grupo que ya estaba reunido. Como era de esperar las mujeres en la sala bebiendo aperitivos y comiendo maní salado, lo hombres en el patio amenizando las brasas y bebiendo cervezas. Pues aquí comenzaba mi primera tortura tener que saludar y presentarme, sonreír y sentirme agradecido de tremenda hospitalidad. Puedo decir para no caer en la injusticia que mi recibimiento fue amable y cálido.

El grupo era algo así si mal no recuerdo; estaban por lógica los dueños de casa, ella algo regordeta y bastante risueña, de esas que tratan a todos de gordos o amor y  que viven en dietas fallidas; el en cambio asumía su obesidad evidente, de trato tosco y fraternal, de seguro en la noche me dirá compadre o hermano según el grado de ebriedad; estaba una amiga soltera en el grupo, de maquillaje casi grotesco, fea no era, pero era su culo lo que más se rescataba de su figura, de trato siútico, pero su culo (del cual me propuse no mirar más de una fracción de segundo y de forma lo más disimulada posible) me impidió poder sacar más deducciones de su persona; la otra amiga y su pareja, ella bastante arreglada y elegante, sabia como sacarse partido, se mostraba más bien arisca y sabía que aparte del saludo no tendría más intercambio de palabras con ella; en cambio su novio se veía más abierto al dialogo, pero para hacer alarde de algo a lo que se dedica, aun cuando son de esas personas que no salen ni con palanca de la normalidad. En general no me causaron ni rechazo ni mucho menos apego, pero me trataron bien así que me podía comportar como lo había ensayado todo el día.

Como era obvio me invitaron a la parrilla, para hablar cosas de hombres y dejar a las mujeres en sus temas cotidianos. Como era de esperar el dueño de casa por un complejo de macho alfa, me integra a la conversación con clásicas preguntas que siempre son una tradición.

-Bueno mi amigo- lo conocía solo 5 minutos y ya era “amigo”- ¿a qué te dedicas?- que pregunta tan predecible, veía que la originalidad no era lo suyo.
-Yo por ahora soy vendedor de seguros, puede que en un futuro sea agente de viajes. Pero me gustaría ser dictador del mundo, pero también me atrae mucho la posibilidad de pasar de nadie a don nadie- maldición, mi sarcasmos salían a la luz como no debía ser el plan propuesto.
-Jajajajajajajaja-  por lo menos se estaba riendo -me parece que debieras ser comediante, de esos que hacen monólogos. ¿Cómo es que se llaman?
-Stand up- respondía aliviado de que se lo tomara con humor.
-Con la gorda vimos un show de esos en Buenos Aires, bastante bueno- acotaba señor normalidad y ya me quedaba claro que estos eran los “gordos”. La normalidad absoluta de como se trata una pareja promedio.
-Pues hace 29 años que no voy a Buenos Aires- acote para hacer un chiste
-¿Y qué edad tienes tú?- pregunto con curiosidad el dueño de casa, quien estaba cayendo en la broma que preparaba.
-Pues tengo 29- en verdad es un chiste muy viejo, a veces efectivo y otras no tanto. Pero quería aprovéchame de hacerme el gracioso ya que el dueño de casa estaba con buen ánimo.
-Jajajaja- se reía el dueño de casa consiguiendo mi cometido. Mientras señor “gordo” normalidad parecía no entenderlo del todo- se está perdiendo un humorista, eso es lo tuyo y ganan plata- ¿por qué siempre ese argumento del dinero? ¿Por qué no puede ser por el hecho que haces feliz a la gente? En verdad es un punto que me encantaría poder rebatir siempre, pero ese no era el momento.
-No sé porque no lo soy, debe ser que me gusta el anonimato. Aún tengo la tarea firme de ser un don nadie- otro sarcasmo maldita sea.
-Jajajajajajajajajaja- otra risa del dueño de casa. A esas alturas ya pensaba muy a mis adentros que de verdad yo no era el gracioso, solo era que él quien ya tenía algo más de cerveza en el cuerpo.
-Pues deberías ir a Buenos Aires. Es otra cosa todo allá- señor normalidad no estaba dispuesto a perder protagonismo y tenía que prepararme para una larga noche de lo genial que es Buenos Aires. Ahora bien, puede que sea genial si eres un turista. Pero no me imagino un oficinista en medio de la rutina disfrutar tanto de la ciudad o un niño de las calles disfrutando de parrilladas soñadas y comedia stand up.
-Pues me gustaría ir, pero si me gano un viaje a pie en un concurso- y seguía con los sarcasmos. Por el dueño de casa no me preocupaba, en su estado enfiestado se podría reír de cualquier cosa. Me preocupaba del señor normalidad, ya que los “muy normales” cuando los sacas de sus esquemas suelen sentirse ofendidos.
-Pues que gracioso eres- decía señor normalidad fingiendo una sonrisa y era buena señal de quedarme callado. Total ya logre hacer reír al dueño de casa y toda su abultada humanidad (de hecho estaba riendo de nuevo). Podría soportar un buen rato que tomara el protagonismo contando historias de Buenos Aires junto a su “gorda”, en cualquier momento se tendrá que cansar de su auto referencia.

Los temas de hombres estando solos suelen ser misceláneos y diversos en general. En un momento estábamos escuchado monólogos porteños, en otro de que modelo argentina haciendo farándula tenía más fama de puta. Así que en un momento estábamos hablando pestes de la televisión, que las noticias, política, arreglar el mundo y futbol. Temas simples de tocar y que no hacen a nadie más sabio. Solo hacer amena la espera que la carne se cocinara de forma segura sobre la parrilla. Entre tema y tema miraba hacia el living y veía a las mujeres en su cotilleo. Me hacía gracia verla a ella tan contenta en el parloteo, tan natural con su grupo y sus propios temas.  Pensaba en como la prefería en esos momentos desnuda en mi cuarto, solo quería eso y nada más que eso. Mientras me hacia una masturbación mental con ella, señor normalidad pregunto a nuestro dueño de casa lo siguiente:

-Falta algo para la mente. ¿Supongo que lo invitaste?
-No sé si llegue, le mande la invitación por Facebook, pero tú sabes que no come carne. Aparte…- me miro y guardo silencio en un momento. Yo no sabía de otro invitado y por la mirada del dueño de casa, sospechar si tenía que ver conmigo su ausencia. Tenía una sospecha de todos modos, pero de forma inconsciente no me quise pasar historias.
-¿De quién se trata?- pregunte rápido para salir de las dudad incomodas.
-No es nada, es un amigo rastafari de hace tiempo. Es de esos que no consumen nada de “babilón” según ellos. Ya sabes supongo, no carne, no trago, no tabaco. Pero si marihuana y es quien la trae siempre- respuesta que me dejo tranquilo y satisfecho para no hondar mas en el tema. Pero no conforme de estar seguro de esa sospechosa ausencia.

Pero la visita aun incógnita como si fuese invocado, toco el timbre y hace su aparición en gloria y majestad. Era tipo de dreadlocks como imaginaba, pero estos muy bien cuidados y no acolchonados cuando se descuidan. Usaba una tenida deportiva de una conocida marca, la cual se notaba que era para este tipo de eventos. Saludo a todo el mundo con amistad que no me era anormal, pero conmigo fue bastante frio. Se negó a instalarse con nosotros en la parrilla, excusando que no soportaba el olor a la carne de Babilón. De igual forma critico los bebestibles de las mujeres y los hombres. La dueña de casa haciendo uso de condición, pidió entonces que sacara algo bueno entre risas. Lo cual el obedece, pero de modo de hacer notar su importancia de esta labor frente al grupo. A mí la idea de fumar hierba me agradaba, pues genera sensación de paz y hambre para comer sin remordimientos. Pero me cohibía el hecho de tener que estar rogando por un poco de marihuana.

-Trae para aquí también, no seas maricón con tus amigos- grito nuestro obeso anfitrión con algo de angustia. Con eso ya estaba seguro que el chico rastafari, solo para mostrar su grado jerárquico en el grupo con la hierba, tenía la costumbre de hacerse de rogar más de lo soportable.
-espera que las damas primero- dijo con aires que solo yo encontré pedantes- después para los amigos nunca les va faltar.

Algo me molestaba aparte del saludo frio y de su sobrevalorada importancia. Pues si bien era amigable con todos, presentía que con mi nena tenía un trato más zalamero. Confirmaba así gran parte de las razones de su ausencia, por lo menos cuando aún no llegaba. Pero es difícil saber que tan así pudo ser, de que tipo relación tiene o tuvo con ella. Me serene lo que más pude y guarde más silencio de lo posible. No quiero presumir que mi instinto algo me hiso sospechar desde el momento que lo vi llegar o que ya lo sospechaba de antes. No solo cuando fue nombrado, de hecho mucho antes. De cuando ella me propuso la idea de la junta con sus amigos y vaticinado que esos temas se tocarían. Pero las cosas se presentaban de tal manera, que estaba seguro que yo y él tendríamos conflictos durante la velada. Solo entraría en conflicto si él me provocaba, que el agrediera primero con la excusa de que solo me defiendo. Pero ver su trato zalamero, me tenía tirando fuego por los ojos.

Por fin en un momento se dignó a salir a compartir su maldita hierba y dejar a mi novia en paz. Notaba que para ella la situación era incomoda también, pero lo podía disimular y hacer como si nada. Me dieron ganas de reprocharle eso si, por lo incomodo de la situación. Pero me serenaba en el momento, imaginado que para ella tampoco esperaba que fuese así todo. Que existiera la posibilidad de que no llegara por ser un asado y así nos libraría a todos de ese mal momento. De verdad todo estaba bien, lo pasaba bien para mi sorpresa. Incluso señor normalidad no era del todo malo, solo inseguro por ser tan normal, pero eso no era ningún pecado. Incluso sus anécdotas a veces eran interesantes y para no ser menos mientras fumaba contaba de no sé dónde tenían plantaciones gigantes. Pero el chico que se cree rastafari, me provocaba rechazo total. Llego mi turno después de un buen monologo sobre plantaciones gigantes y distinto tipos de cannabis. Pero no fue mi turno, fue la oportunidad de que el rastafari de cartón lanzara su primer golpe.

-Yo ya dije que solo para los amigos- esa fue la declaración de guerra más directa que puso hacer. No la esperaba de tan mala clase, sobre todo si se trata de un vicio. Mire a ella de reojo y me di cuenta que también miraba incomoda la situación, aun cuando sin tener noción de la escena completa. No le di más vueltas, por mucho que mi nena se pudiera molestar o los dueños de casa. Estaba justificado para responder. Incluso señor normal y don sobre peso anfitrión, ponían cara de “aquí arde Troya”.
-Pues qué bueno que tocaras el tema y de verdad sácame de una duda- ya de verdad no importaba los modales y toda la mierda ensayada durante el día- ¿si no tuvieras marihuana tendrías amigos?- lo dije casi sonriendo, pero con ganas de degollarlo vivo. Las caras de los presentes cambio de “peligro” a boquiabiertos.
-Yo tengo muchos amigos que me convidan- dijo intentando justificarse de mi respuesta. Cuando intento seguir sabía que no lo podía dejar seguir hablando.
-¿Anda con ellos entonces si tanto te molesta babilón y dales a ellos tu discurso de mierda? Puede incluso que te den tanto como para que te calles y quedes mudo de una puta vez- ahí no podía ser amable e hice lo que siempre supe hacer en esos momentos. Mi lata de cerveza con puntería perfecta entre sus ojos y  así darme el tiempo de distraerlo para atacarlo con mis propias manos. Con un golpe certero de puño en su mentón con la guardia totalmente descubierta, lo hiso tambalear un poco. Si seguía lanzando golpes seria mío y pasaría a la historia. Pero entre los otros dos presentes me sujetaron cuando ya veía a mi rival caer. Mas encima mi nena corrió para ponerse entre medio.

Después de eso no me quedo más que disculparme y salir furia sin saber dónde ir. Ella me siguió reprochando mi violencia y de cómo arruine todo. En un momento pensé mandarla al demonio a ella y a todos sus amigos. Pero en cambio hice las preguntas de rigor sobre toda la situación y ella fue honesta conmigo. La historia es bastante tonta, muy jóvenes en una fiesta se dieron un beso, el queda enamorado y ella solo lo ve como amigo. No me era esa situación extraña y pude entenderla que con el no pasaba nada. Nos perdonamos mutuamente, pero de igual forma al llegar a mi casa, terminamos haciendo el amor con un poco de rabia ambos.


lunes, 6 de mayo de 2013

El encuentro


Me puse el estigma entre las cejas
Oscureciendo mi aura hasta hacerla insoportable
¡QUE NADIE SE SIENTE A MI LADO!
Gritaba con los ojos
Y el vagón del metro se llenaba de grises
Pero ni un alma osaba en hacer frente

Miraba por la ventana a modo distraído filosófico
Pensaba en dilemas simples
Metáforas dentro de un vaso de agua
Tormentas de fracciones de segundo
Placeres del mundo en crisis
Y dios testigo metafísico de imaginarios

No veía el paisaje
Buscaba una imagen más allá de la pesadilla usual
No era un sinónimo de salvación
Solo el antónimo de la aceptación
Me hubiese hecho feliz que un arcángel me hiciera frente
Le hubiese metido con gusto sádico su espada de fuego por el culo

Así paso otro viaje sin penas ni glorias
Un leve sentimiento de logro por conseguir la soledad libertaria
Ese leve placer de ningún ente a centímetros de mi viaje
Ahora caminar como un gigante mirando el suelo
Y ver los zapatos de una ciudad a modo de venganza

Ella sale a mi encuentro llena de colores
Un saludo y un beso que atesoro en la existencia
Me mira despreocupada
Pero leyendo mi mente con total descaro
Me regala otra sonrisa a modo de corregirme
Y me entrega su amor como un castigo a mi desprecio humano.


sábado, 4 de mayo de 2013

Manifiestos de un paria, segunda parte. (Las musas, amor y erotismo)

Una  noche cualquiera
En un momento de mi vida en donde las noches ya son casi todas así
Botando humo
Insultando la nada
Preparando él te
Contextualizar algo simple como el más placentero tormento
Y el no quiero ser
¿En qué dilema me veo envuelto ahora?
No veo un fin claro por el momento

Por lo menos hago memoria de aquella adolescencia aun presente
Bastante real aun a pesar de los años
Aun con la rabia de negarme ser adulto
Aun con el placer humano de tocarme los genitales
Aun en ese lapsus entre la inocencia y los sueños rotos
Recordando ese presente lejano
La historia antes del paria y esos inexpertos poemas
La poesía simple de los despechos
Y las utopías que representaban el amor platónico

Ya no sé cuántas musas fueron mis dulces desvelos
Nombrarlas a todas más que un imposible
Es una tarea que se me hace aburrida
Pero el concepto es algo aún muy vivo
Esa mala costumbre de buscar musas
Pero ya no solo es amarlas
También desnudarlas y disfrutar de madrugas obscenas
Hacer una realidad de las antiguas fantasías

Hay veces que las musas son solo casualidades
Y el romance se termina cuando ya la pierdes de vista
Otras musas dejan de serlo
Cuando también dejan de ser desconocidas
Algunas se aman
Otras solo se desean
Y escribir de ellas
Un placer culpable como fumar en ayunas

Para mí el amor no es algo del todo esquivo
Y la levedad del ser es más confusa que insoportable
Tengo una lista de culpas aun sin perdonarme
Según ella los rencores están superados
Y sin ser un hombre de fe
Me he visto de rodillas para creerle
Con la consecuencia de retomar hablar de amor
Cayendo  en el vicio de ella como musa

Me gusta hablar de ella
Me gusta describirla como diosa de lo cotidiano
El amor como ese estado de ebriedad permanente
Y recaer en todos sus extremos
Ser el poeta que le habla al oído
Destruir metáforas a punta de realidades
Y ser soez  hasta la exageración de lo cursi
Me gusta como musa
Me gusta amarla
Me gusta pasar la noche juntos
Me gusta ella

No puedo criticar el amor cuando lo siento
Es un defecto que reúne todas las virtudes
Y tener musa puede que sea un cliché tan viejo como el agua
Puedo ser un paria y amar
Puedo ser un paria y quizá no odiar todo el mundo
El mundo es algo muy insignificante
Sobre todo con la musa desnuda
El amor como atmosfera
Y el erotismo como las noches que no encajan en una cualquiera.