martes, 25 de febrero de 2014

Esta ciudad

Ya ni sé cómo explicarte
Que en esta ciudad
Sobre este cemento
Con tanta gente anónima
Con tanta basura publicitaria
Solo quiero ir contigo de la mano

Resistiendo las vergüenzas
Bajo el escenario de los faroles
Las palomas más sucias
Y el miedo a payasos y ratones
De la mano haciendo frente
Y caminado con el otro al lado

No sé cómo decirlo
Que en esta ciudad
Con oasis de cerveza
Divida por un rio color mierda
Es tu mano
La que hacen mis pasos.

lunes, 24 de febrero de 2014

Guía practica paria para hacer letras tipo Arjona.

Les enseñaré cómo se hace una letra tipo Arjona, pongan atención y podrán hacerlo en sus casa e impresionar a sus amigos.

Primero escoger un tema relacionado con una mujer o con un tema relacionado con el amor, en fin, todo lo que pueda identificar a una mujer de 20 en adelante. Por ejemplo una mujer que es buena amante pero la cocina no se le da tan bien:

“En la mesa no tenía los aplausos
Que con maestría consigue en la alcoba,…”
(Fíjense en la sutileza para hacer referencia a ambas circunstancias usando metáforas. Las metáforas son simples, solo di una cosa pero usando otra cosa. Ej: caminar en el aire es volar, acto de humanidad en contra del mundo es hacer caca).

Vamos al siguiente paso. Ya tenemos a nuestra protagonista, necesita verse en problemas por algo en lo que es buena y en lo otro no. Es necesario que lo hagan rimando, aun cuando pueda sonar ridículo y todo en lo posible con más metáforas.

“… ella se esmera en satisfacer todos los apetitos
pero entre cucharadas solo se siente boba.
Intenta hacer entre el fuego y el vapor,
lo que consigue con caricias y sudor.
Pero con el delantal se siente perdida
Sabiendo que desnuda se está mejor.”

Ahora el paso más importante de todos, el coro. El coro es el núcleo de la letra y es importante una sola cosa, dar ánimos a esta mujer con su problema, que vea el lado positivo de las cosas. Que rime ridículo, usar metáforas sin asco e imaginar que tienes que hacer que un grupo de mujeres coreen la letra casi como si fuera un himno:

“Qué importa si quemas la ensalada
cuando tú eres todo fuego,
lo que te hace ser amada
es lo que preparas en la cama.
Si lo tuyo es hacer sentir escalofríos,
Seguirás siempre siendo dama,
seguirás siendo la mujer que ama
más con el fuego de sus besos,
tu boca es el horno de los deseos.”

Ahora puedes agregar otras estrofas, dando vuelta con metáforas el mismo problema un par de veces y listo, tu tema Arjona estará listo para ser amado o causar asco. (Si usas contradicciones queda más Arjona aun)

lunes, 17 de febrero de 2014

Incompleta

Los goles del eterno por la pantalla
Cerveza fría en mi boca
Y plantas mágicas en mi pipa
Aun así
Con la luna más redonda
La felicidad es incompleta.

domingo, 16 de febrero de 2014

Noche de hortensias

Intoxicado por las hortensias
Perdí la conciencia lentamente
Sin recordar que odiaba
Sin saber si estaba bien o mal
Ninguna noción de por qué las noches me llevan al caos
Apenas incluso recordaba mi propia existencia

No sé si culpar a la flores o a mi necesidad biológica
Que en alucinaciones me vi entre aplausos
Muestras de apoyo a mi comportamiento acido
Mientras una joven sin rostro entretenía mis brazos
Entre que arrancaba y volvía
Para besarla en donde pude imaginar que tuviese los labios

La mañana se mezcló con la realidad
Recordé incluso que tenía hambre
Tener que poner algo de orden en mi universo
Todo eso que hace querer mirar un poco más el techo
Y poder dejar las cosas para más tardes

Pero me mantenía confuso la joven sin rostro
Los besos que rayaban en el surrealismo
El vaivén de sus jugueteos
El que solo fuese una descocida nuevamente

La paradoja de saber quiénes son esas desconocidas
Al diablo con qué me intoxique las próximas noches
Sean plantas o algo dentro de una botella
Intoxicado con los brazos abiertos esperaré cada visita
Tan inconsciente
Como para olvidar la única mujer con cara.

jueves, 13 de febrero de 2014

Las cosas que no te importan

Se ha resuelto el misterio del whisky
Encontré el detergente perdido
La cerveza y yo causamos estragos
Otro teclado al cementerio
Censurado de nuevo en Facebook
Nunca pensé que fuera tan necesario la familia y los amigos
Nunca imagine lo necesario de sentirse querido

Conflictos internos me tienen en silencio
Tanto literato abstemio me explica tanta poesía mediocre
Todos coinciden que soy una bomba
El lobo habla conmigo todas las noches
Conocer gente nueva no es difícil
Lo difícil es tener que disimular que al rato me aburren
A veces me gusta beber al lado de la tumba de Nica
Me gusta beber para el placer de ser un podrido

Cada vez me preocupo menos de mi aspecto
Si a nadie le gusto gordo pues ya da lo mismo
Encontré una cola y me la fume creyendo en la fortuna
He visto tanto anime como para odiarme
Extraño mucho a todos mis muertos

A veces rio
A veces ando de buen humor
A veces un té es una buena compañía
A veces suelo portarme bien
A veces me duermo a una hora decente
A veces creo que todo es para mejor

Cada día leo más sobre ciencia
Y ya puedo explicar cosas sobre universo que antes no entendía
He leído muy poco de literatura
Casi nada de filosofía

No sé si decirte que tan bien puedo estar
Huelo mal casi todo el tiempo
Sin lavamanos
Encontrando sabor amargo en el triunfo
Pero es como quiero ser
Porque es como soy
No sé por qué digo todo esto
Solo es enumerarte las cosas que no te importan.  

miércoles, 12 de febrero de 2014

El lobo y la hada (o el cuento que nunca fue)

Fue en eso que el lobo acercó su hocico a los pies del hada
Y ella sin miedo dejo que la lengua de la bestia la recorriera 
Pocas cosas en el hocico de un lobo no significan muerte
Pero el hada solo era deseo
Un deseo que llegaba con todo hasta la entrepierna del hada
Con un apetito de libido más que estomago
Solo hacía que el hada deseara algo más que una lengua
Deseaba al lobo
Y lo deseaba tan salvaje como fuera posible

El hada le da la espalda al lobo
Es primera vez que algún ser vivo le da la espalda para no escapar
Se pone de rodillas
Extiende sus alas
Se inclina dejando ver bajo sus vestidos
Sus nalgas y su sexo ya salivado
El lobo
La mira
Siente deseos
Su pene rojo es lo único que se puede ver en medio de la oscuridad de los arboles
Como si el fuego mismo saliera por debajo de su abdomen
El hada espera
Llena de placer y miedo
Pero no puede aguantar más
Sentir al lobo dentro de sus carnes
Impensado que un ser mágico llegue a ese extremo con una bestia

El lobo se acerca
Abre sus fauces y muestra sus colmillos conocedores de muerte
Vuelve a lamer la entrepierna
El ano
Y las nalgas
Pero ya no aguanta
Su falo pide entrar entre tan nobles carnes
El hada mira hacia su feroz
El hada pide que sea suave
El lobo ya no aguanta
El deseo de la debilidad del hada no es señal de matar
Es unirse a ella
Unirse su calor

Su calor intenso se mezcla con la humedad
Una segunda envestida
Logra su objetivo
Entra con algo de dificultad al principio
Pero después puede hacerlo más fácil
Estaba completamente lubricada y suave para que cada envestida fuera con más furia
Más placer
Más salvaje
El hada sentía entre sus entrañas el calor del lobo
El fuego que la quemaba en cada rose
El fuego que estremecía hasta sus alas
Y su bella voz
Que cantaba de melancolía
Hacia nuevos sonidos de placer

Un quejido de placer
Que hasta los árboles se estremecían
Y la luna
Observando tan salvaje acto
Brillo con más fuerzas
Para que el pelaje del lobo brillara
Y los ojos del hada resplandecieran
Seguían las constantes penetraciones
El hada
Tiritaba
Se contornaba
Y no sentía el dolor de las garras de la bestia sobre su espalda

Sentía dolor si
Pero el placer mismo que la llenaba
En eso
Cuando el hada ya no más podía
Sintió como la cabeza del lobo latía
Y cada latido de su pene
Chorros tibios botaba
El lobo aullaba
Aullaba del placer mismo
No era necesario matar para sentir el placer de una piel tan suave.

martes, 11 de febrero de 2014

El adiós del hombre triste

No era especial
Nunca supe si era bueno en algo
Y poco parecía importarle
Solo era triste
Tan triste como canción de abuelo

Me gustaba sentarme cerca por si decía algo
Pero solo distraía su mirada por una fracción de segundos
Después se perdía en algo que solo el podía ver
Y el mundo parecía su desprecio

Solo movía los labios para hablar con su sombra
Y caminaba para no sentirse muerto
Un día camino hasta no volver
Y los tristes fuimos nosotros sin verlo de nuevo.

lunes, 10 de febrero de 2014

Las mujeres.

-¿Y cómo te gustan las mujeres?
-Me gustan reales
-No en serio ¿qué atributo deben tener?
-Qué mejor atributo que la realidad
-¿Cómo así?
-Te explico
Hubo una que llamó mi atención por un breve tiempo
Solo por definirse a sí misma como un desastre
Solo encuentros del tipo casual
Besos y sexo tan casuales como mi interés
Y ambos nos quedamos en silencio como despedida
Lo que llamó mi atención fue eso de “desastre”
Más bello y respetable que ser princesa
Todo eso la hacía tan real
Como acariciar vello púbico
-¿Después todas fueron un desastres?
-Todos somos un desastre en ocasiones
Pero nada más mata paciones
Que la hipocresía de querer ser perfectas.

jueves, 6 de febrero de 2014

A mi favor.

Puedo decir a mi favor
Que aun quiero reírme de algo ofensivo
Tan ofensivo que el mundo haga de lado su desprecio
Quiero liberar a los presos mentales
A los presos sexuales
Y todo quien se encuentre atado de manos

Que aun puedo sonreír solo porque si
Y que me sobran los motivos para llorar
Pero tan solo quiero estar sentado en medio de la noche
Soportar la ansiedad hasta la madrugada
Y con una mueca de burla ignorar alguna que otra lagrima

Que me gusta escuchar lo que me dicen los perros
Poner atención a las campanas que atrapan el viento
No perder registro de los ruidos de la cocina
Y entablar diálogos con en el silencio

Aun disfruto del té con azúcar
Y los disfruto aun sin un miedo a la diabetes
Como disfruto la soledad aunque me vea apretando los puños
Y sin ningún miedo a perder toda cordura

En mi favor
Hay mucho que se puede decir antes de que algo sea crucial
Aun cuando nada parece serlo
Por mucho que apele a la propia existencia
Nada tiene una pisca de querer serlo
¿Será porque todo lo digo desde el mismo suelo?
Nada parece ser crucial solo cerca del infierno

¿Y en mi contra no hay nada al respecto?
Aun la amo
Aun cuando ya es más que masoquista hacerlo
Intento odiar el mundo
Pero mi odio queda a medias
Como las excusas
Como los argumentos
Y solo junto ánimos para encontrar algo a mi favor
Algo que justifique la luz prendida
La música de la radio
El miedo abrir la ventana
Y el rencor de que ella
Solo sea un recuerdo. 

sábado, 1 de febrero de 2014

El tambor

Fue cuando sintió el agua escurriendo por su cabeza, que Darío pudo despertar de su estado inconsciente. Solo le tomó un par de segundos darse cuenta que algo malo estaba pasando, algo que sin entender lo tenía ahí inmóvil y que todo daba a entender que las cosas se pondrían peor. No solo por el agua o que estuviese inmóvil. También estaba el hecho que se encontraba desnudo, sentado estratégicamente con las rodillas llegando casi a su mentón, tener tanto los brazos como las piernas encadenadas entre si y por encontrase de esa manera dentro de un tambor de acero. Era lógico que pocas posibilidades de salir vivo no tenia, pero mientras el tambor se llenaba lentamente con el agua fría, no dejaba de pensar que clase muerte le estaban destinando. La idea de morir ahogado era la más recurrente, remotamente tuvo la rebuscada idea que el agua fuera mezclada con soda caustica. Pero fuera como fuera, estaba seguro que no solo querían matarlo, también le querían ver sufrir.

El agua seguía cayendo lentamente y estaba llegando algo más arriba de su ombligo. Intentó de ver por sobre el tambor y ver en qué lugar estaba, pero el agua nublaba su visión para tener una pista en concreto. También intento saber quién o quienes estaban detrás de esto, pero quien llenaba el tambor estaba a su espalda haciéndose imposible verlo de momento. Por alguna razón no estaba amordazado, por lo cual fue cosa de tiempo que gritara por ayuda, suplicar y hacer preguntas de por qué él pasaba por esto.

-Ayúdenme, por favor no me hagan nada. Tengo dinero, les puedo dar dinero. Por favor no me maten, yo no he hecho nada. ¿Qué me quieren hacer? Yo no tengo que ver con nada, por favor. ¿Qué es lo que quieren? Juro que les puedo pagar si me dejan ir.

Pero fue en vano, el agua seguía llenando el tambor y nadie parecía estar preocupado por sus suplicas o por responder sus preguntas. Lloro un poco algo resignado, sea quien sea el que estaba detrás de todo, ya había escogido su suerte de forma sádica. Intento hacer memoria de que fue lo último que recordaba, eso mientras el agua ya estaba a punto de llegar a su cuello. Su último recuerdo se limitaba a la fiesta electrónica del sábado, de cómo se estuvo preparando antes del evento. De la previa en su departamento con amigos, de cómo designaron a los conductores y todo el entusiasmo de lo que parecía una noche inolvidable. Pues ahora era una ironía en esos momentos no poder recordar casi nada de esa noche, en eso pensaba cuando se dio cuenta que el agua ya había cesado de caer.

Pudo ver un poco el techo de lugar y con horror vio pasar la silueta de su verdugo. Era casi de película el ver que usaba una capucha, como si fuera una especie de monje oscuro. Se le veía que ponía algo frente al tambor mientras parecía acomodarse en algo. Una fuerte luz salió de del objeto recién colocado, dejando en claro que era una lámpara. Encandilado intento ver el rostro de su captor, pero poco pudo ver. La luz que le daba en los ojos, el que este usara capucha y más el hecho que llevara lentes oscuros. Nada le daba una idea de quien pudiese ser y tener la última esperanza de lo que pudiese ser una broma pesada, aunque no conocía a nadie capaz de hacer una broma así. Intento hablar de nuevo, pero su captor le hizo la señal de silencio con el dedo sobre su boca. Entendió que era mejor obedecer por el momento, lo que fuera para retrasar su destino. En eso vio cómo su captor levantaba un objeto con su mano derecha, no sabía bien que podía ser en un principio, pero al sentir que apretaba una tecla pudo adivinar que era una grabadora. Lo que escucho en ese momento le heló la sangre por completo, no solo porque la voz que salía de la grabadora era ronca y de ultra tumba. El mayor de los miedos era escuchar con esa voz, que su destino tendría un final terrible y lleno de dolor.

<<Hola Darío, tú no sabes quién soy pero yo sí creo conocerte algo. Podrás disculpar que no me presente, pero quien soy no viene al caso por ahora. Te preguntaras ¿qué te voy hacer? Te voy hacer sufrir, te are sufrir de tal forma que desearas morir y claro, vas a morir. Pero tendrás según se dice la muerte más dolorosa, vas a morir hervido como si fueras una langosta. ¿Por qué te hago esto? Se podría decir que es una venganza, ¿venganza de qué? Pues tienes los siguientes 10 minutos o una hora de lo que te lleve morir en poder responderlo por tu cuenta. Puedes gritar lo que quieras, incluso pedir auxilio, pero cada grito de dolor para mi será la música más selecta. Por algo no te amordacé y nadie te va escuchar más que yo, de otra forma hubiese tapado tu asquerosa boca. Ahora si me disculpas, prenderé la cocinilla que he puesto bajo el tambor. >>

Mientras la silueta del captor desaparecía de su vista para prender el fuego, intentó hacer un poco más de memoria en general de su vida. ¿Qué clase de cosa habrá hecho para merecer muerte tan horrible? ¿A qué clase de maniaco pudo hacer enojar de tal manera para terminar así? No creía haber hecho algo tan malo en su vida, no para el tormento que estaba a punto de pasar. En eso estaba cuando sintió como el metal bajo sus nalga y pies, recibían el calor del fuego directo. Volvió a suplicar y pedir perdón, pero le fue en vano. La suerte estaba echada, no había nada más que hacer que intentar recordar y ver si de esa forma podía distraerse en algo del dolor y el miedo.

De niño molestó a un compañero del colegio, pero no era el único y tampoco el que llevaba la batuta. No podía ser eso o tendría a medio curso cocinando a fuego lento. Una vez discutió con un viejo por un puesto en una fila, se dijeron un par de garabatos, pero no más que eso. Imposible que el viejo tuviese tan buena memoria y de haberlo capturado tendría que ser en la fiesta electrónica. La fiesta electrónica era la clave, ahí estaba la respuesta. Era claro que el sádico que lo estaba mirando hervirse vivo, estuvo en la fiesta y que sabía de antes que el iría. Solo tenía que recordar la fiesta, qué fue lo que pasó y  de quienes sabían de que el iría. Pero el calor del metal cada vez lo distraía más, sin contar que el agua cada vez estaba llegando a una mayor temperatura.

Fue cosa de tiempo para que Darío diera los primeros gritos, el calor se hacía insoportable y el dolor en donde rosaba con el metal no lo dejaba pensar. Por otro lado el captor y su silencio le hacía sentir pánico mezclado con odio. Fue también cosa de tiempo en empezar insultarlo, al final de cuentas moriría igual. Fue ante los primeros insultos, que detrás de la luz enceguecedora, le pareció ver lo que era una sonrisa. Fue extraño verlo sonreír, porque lejos de ser una sonrisa malévola, más bien era una sonrisa amable. Mucho más impresionante aun, era una sonrisa que parecía haber visto en algún lado, sin ir más lejos en la misma fiesta. Recordó que en un momento fue a comprar un ron, estaba algo ya borracho, pero el sudor del baile lo mantenía en buen estado. Un ron más no sería problema y fue a la barra por uno. Pero cuando estaba con el vaso en la mano, alguien se le tropezó en el camino botando gran parte del contenido. En un momento sintió rabia con el tarado que se le atravesó, pero este de forma amable le sonrío, le ofreció disculpas y se comprometió en comprarle otro trago. Quedo conforme e incluso le pareció un tipo correcto y amable. Pero dejo de recordar en un momento porque el agua ya estaba llegando a su máximo punto de ebullición, ahora el dolor era generalizado desde la planta de sus pies hasta el mentón.

No podía pensar más que en el dolor y el ver como el agua hacia sus primeros gorgoritos no le ayudaban a pensar en otra cosa. También estaba el hecho de ver como su piel comenzaba a enrojecer rápidamente y en algunas zonas incluso a desprenderse. Era preferible ver hacia la luz y ver la cara del maldito sonriente, el mismo que compro el trago de compensación. Siempre estaban esas leyendas urbanas con la moraleja de no recibir tragos de alguien desconocido, pero nunca podría de sospechar de una sonrisa tan amable como esa.

-Estabas en la fiesta, tú tropezaste conmigo. ¡Contesta! ¡Dime quien eres desgraciado!

Pero no hubo más respuesta que una señal hacia arriba de su pulgar derecho, no emitió ningún sonido y seguía mirando a Darío hervir en agua. Mientras Darío se retorcía y exclamaba el dolor de ya sentir su piel desprenderse por completo, dejando las carnes vivas expuesta. Ante ese panorama era mejor seguir recordando y buscar distraerse un poco de como el agua hirviendo parecía penetrarle hasta los huesos. Ya sabía que era el tipo amable de la fiesta, de que fue obvio que algo puso en su trago y que el plan le salió de maravillas. ¿Cuál fue el motivo? Pues ya no podía pensar en una respuesta lógica, no cuando te das cuenta que parte de tu grasa comienza a derretirse y flotar junto con los pedazos de piel en el agua.

Morir, solo queda morir para poder terminar con todo el tormento, el horror y no tener que aguantar al sádico, silencioso y sonriente. Morir y todo terminaría de una vez. Que le pagaran un balazo, le abrieran el cuello o algo más rápido que estar cocinándose dentro de un tambor. Ya no sabe cuánto tiempo ha pasado desde que recuperó la consciencia, pero ha sido tan eterno todo, que ya solo quería que terminara. Que terminara el dolor, la humillación y la sonrisa del maldito que tenía en frente. Era tan desagradable como la misma tortura, esa sensación de que disfrutaba su dolor. Dolor por el cual ya estaba sintiendo incluso en sus entrañas y cada órgano interno. Pero esa sonrisa no solo era de la fiesta, por alguna razón recordó la foto del ex de una antigua conquista. En una fracción de segundos todos los cabos estaban atados y ya no había dudas. <<Tú eres el ex de…>>. Pero no pudo terminar la frase y mientras sentía que ya se quemaba por dentro. Dio su último respiro mirando la sonrisa de su verdugo, mientras este le hacía un gesto de despedida con la mano sin decir ni una palabra.