sábado, 23 de noviembre de 2013

No pido perdón, ni tampoco justifico

Intentado hacer un contexto presente o la coincidencia que en la  publicación 200 está metida la flaca con su actitud de musa:
Al paria le gustaría gritar de alegría por lograr 200 publicaciones en su “ego-blog” y sentir que merece el Nobel o el Cervantes por lo bajo (aun cuando todos saben que lo único que merece es su derecho a permanecer en silencio). Pero esta cabreado con una molestia en su pulgar derecho, no tener ningún puto panorama un viernes y los cuestionamientos de la flaca ante la apacible tarde familiar que este tuvo. Feliz publicación 200, el paria brinda con meados antes de simplemente olvidar todo.


¿No sé qué esperas de mí?
¿Que destruya tu mundo?
¿Que plaste tu realidad?
¿O solo devore tu suelo de la forma más sangrienta posible?

Solo soy de quienes piden consejos a una botella
Maldigo un poco levantado los puños en contra del cielo
Pero me reconcilio con la eternidad
Tirado en el colchón boca abajo
Me reconcilio con Freud y mi madre
Me reconcilio contigo y mis culpas
Patéticamente inofensivo
De mal humor solamente por hambre
Como un perro pobre.

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