No sé si fue la casualidad que tanto desentierro
Ni si es el trasnoche típico de mi naturaleza
O la última reflexión etílica mientras lleno ceniceros
Quizá solo sea el último perdón antes de la resaca
Antes que el dolor de cabeza se tome de la mano con el
sentido de culpa
Pero me declaro culpable crónico
-Siempre tan irreverente
Sé quién eres
Con solo tres palabras
Puedo el saber del ojo que me ha mirado
Pero el miedo al equivocarme nuevamente me obliga
Dejare este dialogo inconcluso por la poca salud mental
que queda.
Muy bello...sencillo, pero lleno de un amor incomparable.
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