jueves, 27 de junio de 2013

Reflexiones de una bestia

¿En qué quedamos?
Por lo menos nadie salió herido
Hace mucho que el orgullo lo metí en un uniforme
Y lo hice marchar de forma matutina

Claro que  miraba mi cara rodeado de mortales
Y confundí estatus con normalidad
¿No sé a quién pretendía engañar?
Nunca debí abandonar el “No hay futuro”

Solo logre hacerme un poco más viejo
Y entusiasmarme con las promesas burguesas
Cambie harapos por números
Era cosa de tiempo traicionar mis nuevas mentiras

Me preguntaron de forma amable:
¿Dónde quieres estar ahora?
De forma grosera y en calma respondí:
Ni si quiera sé si estoy

Intente dar ladridos para no levantar sospechas
Pero fue tarde
No aprendí a sonreír
Solo seguí escupiendo sangre

No sé qué voy hacer ahora
Puede que me conforme culpando a otros
Porque esa fue mi lección de urbanidad
Yo siendo el más endémico del cemento

Miraba la punta de mi pene al orinar
Y después me quise ver completo
Mostré mis manos y mi cara al mundo
Solo demostré que los límites no son miedos.


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