Ella se convierte en una extraña
y yo me hago más fuerte. He querido matarla en ocasiones, pero termino llorando
y haciéndome más fuerte. Ella simplemente parece otra persona, nada que ver con
la mujer que despertaba desnuda en mis domingos. Ella no es la misma y no puedo
reclamar por eso. Yo tampoco soy el mismo desde entonces, soy solo un poco más
fuerte.
Les conté que quise matarla,
pero hubiese sido una pérdida de tiempo. Ella se mató a sí misma y ahora
simplemente es otra. No es la que caminaba por el parque hacia una cerveza, no
es la que hacia callar mis chistes fomes a besos. Puede que sea su forma de ser
más fuerte, siendo para mí una completa extraña.
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