jueves, 25 de septiembre de 2014

Aquí no quedan dioses

Se aburrieron hace tiempo y decidieron desperdiciar su eterna existencia en otra cosa. Desde entonces cada uno se rasca con sus propias uñas y nos inventaron eso del libre albedrío para no sentirnos desvalido. Pero la triste verdad es que perdieron interés en una raza tan bruta y no existe pastilla tan fuerte para tremendo dolor de cabeza. A mí me la suda lo que hagan esos maricas, bien por ellos y sus celestiales culos.

Aquí no queda ningún dios o deidad o santo o buda o virgen (de esas dudo que existieran). Aquí solo quedan bolsas de piel rellenas con vida, abandonados en un pedazo de algo entre medio de todo. Algunos pensaran que cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta. Pero la triste realidad es otra,  dejaron gatos a cargo de la carnicería. No puedo decir otra cosa de muchos representantes divinos, me da envidia el no poder hacer también lucrativa mi demencia.

Ellos se fueron y de cierta forma no los culpo, yo también en su lugar hubiese hecho lo mismo. La verdad es que lo vengo haciendo desde hace mucho, cada vez que tiro la cadena.

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